Plantéate unos objetivos

Si no sabes por dónde empezar (y menos aún cómo avanzar) estarás malgastando un tiempo precioso, la figura de un buen profesor, con experiencia, que te planifique y diseñe unas rutas a seguir es algo fundamental en el aprendizaje del alemán (y de cualquier idioma).

Vive en alemán

Trata de “empaparte” en el idioma, lee libros adaptados (o originales), escucha música alemana, configura tu móvil en alemán, ve películas, escucha entrevistas… todo lo que se te ocurra.

Se realista

Ser ambicioso es importante, pero también lo es saber donde están los límites. Nadie puede aprender alemán en unas semanas, unas expectativas desmesuradas en el corto plazo frustran al más capaz de los estudiantes.

No sientas vergüenza

Uno de las mayores barreras con las que se encuentran los estudiantes es el no atreverse a hablar por miedo a resultar “ridículo”. Habla siempre que puedas, es fundamental. Ya tendrás tiempo para sonar como un nativo si ese es tu objetivo.

Repasa lo que sabes

Con unas pocas estructuras gramaticales y algunas palabras se pueden lograr verdaderas proezas lingüísticas si se dominan bien. Por el contrario cientos de reglas medio aprendidas abocan a una gran incapacidad para expresar los conceptos más simples.